Por Dario Fossati desde Valencia para APEA
En un clima denso por los innumerables inconvenientes que vive el país, desde hace poco menos de un año, sufre una desaceleración económica, que se va transformando poco a poco en una situación lo mas parecida a una crisis, que a un ciclo de estancamiento estacional, gran parte de España posó su mirada en el congreso nacional del Partido Popular.
El encuentro tuvo como primer objetivo renovar autoridades y luego establecer las bases para una política de oposición.
Ninguna de las dos son a priori difíciles de establecer, pero como están las cosas en el 2 partido mas votados del país, para algunos es un respaldo haber sido votado por más de 10 millones de ciudadanos, para otros en cambio les parece poco y quieren mas.
Es allí donde comienza la nebulosa del internismo del PP, y resalta la mayor de las incógnita: ¿cuál debe ser el movimiento que debe hacer el partido para ganar las próximas elecciones?
Los políticos, ampliando su enfoque ideológico, o girando como partido a sectores donde descansan las reservas de votos mas extremas y que hoy son esquivos a votar al PP.
Desde valencia esperan muchos que salga un partido y un líder, que sea el mismo que es hoy, a muchos no les importa demasiado. Al ciudadano común de centro o centro derecha y muchísimo menos al conservador.
Importa muy poco los rostros, para los primeros; el hombre común de la calle tiene el día bastante complicado para dilucidar a un personaje, a no ser que el mismo se destaque por su carisma y proyección.
Fue elegido Mariano Rajoy como presidente del PP y postulante por tercera vez a la presidencia del gobierno de este país, dentro de cuatro años.
